Carta de Adolfo Pérez Esquivel, al presidente Piñera.

Buenos Aires, agosto de 2010.

Señor
Presidente de la República de Chile
Dr. Sebastian Piñera
S               /                 D

De mi consideración:

Me dirijo a usted a fin de expresar, una vez más, mi preocupación  por la difícil situación que vienen atravesando los hermanos mapuches presos en distintas cárceles de la República de Chile.

A lo largo de mi caminar, desde hace tiempo y por todo nuestro rico continente americano, Abya Yala, he podido observar por un lado, la riqueza y fuerza de las diferentes culturas originarias, pero por otro, las injusticias que deben soportar por defender sus derechos, sus territorios y recursos naturales.  Pero sinceramente Señor Presidente, no puedo dejar de sorprenderme que todavía hoy, después de tanto tiempo de democracia en su país, se siga aplicando una ley originada en plena dictadura militar.  La Ley Antiterrorista, que condena a hermanos mapuches, como si fueran subversivos, cuando en realidad sólo están defendiendo sus derechos.

Tengo la esperanza, Señor Presidente, que como usted está iniciando una nueva gestión, pueda reveer y reconocer cuando algún proceso no se está realizando como corresponde, y la justicia pueda desempeñarse en forma transparente y sin arbitrariedades. Al respecto existen denuncias que indican todo lo contrario y por eso hoy los presos mapuches están llevando a cabo  una huelga de hambre, ya que es el único recurso que tienen para concitar la atención o esperar un cambio de actitud.

Esperando pueda usted comprender y atender los reclamos de estos hermanos mapuches, le haga llegar a usted un Saludo de Paz y Bien.

Adolfo Pérez Esquivel

Premio Nobel de la Paz

Recogido del Blog Piensa Chile.

9 respuestas a “Carta de Adolfo Pérez Esquivel, al presidente Piñera.

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  2. Muchas gracias por apoyar la causa, ojalá sea escuchada. Besos y abrazos cargados de amor y paz!!!

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  3. «Comprender y atender los reclamos…»
    Que ilusión más cargada de ingenuidad…. cómo va a ser posible que alguien que ha defendido históricamente los intereses de los terratenientes y el gran empresariado, siendo él uno más de los poseedores de vastos territorios de nuestro sur, pueda condolerse de la situación de personas que en su desesperación están al borde de autoinmolarse para concitar la atención de los medios, que entre tanto minero atrapado, y tanta termoeléctrica aprobada, tienden a difuminarse.
    Las palabras empeñadas son una cosa, la acción concreta es otra muy distinta…. y lamentablemente hay personas que no cambian…
    Lo que permite todo lo que odiamos, nos daña y nos hace vulnerables está escrito en una constitución que está por encima incluso del presidente. Podemos reclamar todo lo que queramos, pero si no la cambiamos, estas y otras aberraciones seguirán siendo permitidas y lo peor, serán siempre legales.

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  4. Gracias, Sr. Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. Lo que no logra la razón a veces lo logra el miedo, y ellos lo saben bien. Me refiero a los gobernantes (dictatoriales o democráticos) que lo usan como herramienta para gobernar. Y en este caso el miedo al oprobio y al aislamiento internacional, que podría perjudicar sus negocios más que la simple apropiación de las tierras de unos campesinos. Por eso es invalorable la opinión hecha pública de personas que, como usted, son reconocidos a nivel internacional como defensores de los Derechos Humanos. Es difícil torcer el brazo de los que se consideran poderosos, pero es necesario si queremos que la Humanidad siga llevando ese honroso nombre.

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  5. Amigo Adolfo, secundo su propuesta, no es posible que a 200 años de las gestas independentistas en nuestra America, se siga utilizando la malvada justicia de la colonia, para seguir persiguiendo y encarcelando a los pueblos originarios.

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  6. si en pedir no hay engaños… si los engaños evitan el pedir…
    así ha sido nuestra historia, los pueblos originarios no son «esos…» no son los que están en otras regiones, somos nosotros que palpitamos al unisono… ese dolor, que Adolfo siente, es el mismo de esta tierra y hombres explotados… somos uno y la lucha, por ser tan justa se hace universal…

    gracias Adolfo

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  7. Pues si, gracias Adolfo por tu corta pero sentida carta. Alejandro, comparto tu bravura, yo también soy así, pero no hay que hablar del terrateniente sino de Adolfo Pérez Esquivel, de su bondad y de su oportunidad para pedir por los oprimidos, aunque sea a los enemigos, por cierto, líbranos de los amigos que encarcelaron a estas pobres gentes.

    Saludos a todos.

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  8. Si Esteban, tienes razón… la ira a veces nubla y borronea gestos como estos, tan válidos, necesarios y oportunos. Sin embargo todos sabemos que necesitamos miles y millones de gestos como estos para que se conmueva alguna partícula en el interior de hombres que no ven personas en el prójimo, sino clientes, empleados, mano de obra…

    Saludos fraternos

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